Revolución Industrial y Capitalismo: Un deja vú de la sociedad actual
José Ramón Huerta Viera
Revolución
Industrial y Capitalismo: Un deja vú de la sociedad actual
Introducción
Históricamente,
algunos autores proponen que la Revolución Industrial es el hecho que dio
origen al capitalismo, por lo que es difícil concebir un capitalismo sin
industria. En este breve escrito, se expondrán algunas ideas de cómo la
Revolución Industrial contribuyó a transitar de la época feudal al capitalismo.
Antecedentes
El
feudalismo estuvo presente en Europa durante casi toda la Edad Media; se
distinguió por una economía basada en la agricultura, con relaciones sociales
muy marcadas por el vasallaje.
El
mercantilismo se hace presente gracias al auge de la economía proveniente de
las prácticas comerciales del feudalismo, dando prioridad a las mercancías y a
los beneficios económicos que éstas proporcionaban; sin embargo, con la
Revolución Industrial se da un nuevo giro a la producción.
Desarrollo
argumentativo
En
la actualidad, la sociedad emite muchas quejas acerca de la desigualdad en la
distribución de la riqueza, el poco poder adquisitivo de la moneda y el trabajo
mal remunerado; sin embargo, estas situaciones no son una novedad. En la
historia del ser humano se han hecho presentes situaciones similares e incluso
peores, lo cual nos hace reflexionar acerca del papel que los nuevos
descubrimientos se dan a favor de la sociedad.
La
Revolución Industrial, como movimiento social, trajo muchas consecuencias en
distintos ámbitos; el simple término “revolución” trae a algunos estudiosos
diversos hechos por el sentido peyorativo de la palabra; sin embargo, un cambio
tan radical es en ocasiones, necesario e indispensable.
Con
un antecedente tan sombrío como lo fue el feudalismo, la Revolución Industrial
fue punta de lanza para activar el crecimiento económico de toda Europa,
iniciando por Inglaterra, ya que la aparición de nuevas tecnologías (bastante
sofisticadas para su época) lograron incrementar la producción y, con ello, la
posible exportación a regiones vecinas, lo cual también dio un impulso
considerable a otras áreas, como el transporte y la comercialización.
Pero,
¿cómo ha contribuido la Revolución Industrial al surgimiento del capitalismo? Schumpeter
afirma que la aparición del capitalismo no fue algo espontáneo, sino que
previamente se preparó su camino con los pensamientos de la Reforma y el
Renacimiento, y como algo necesario dado el crecimiento de la población y sus
necesidades.
La
filosofía de intercambiar bienes en lugar de producirlos, es lo que se ha
definido como proceso mercantil o capital, asumiendo el riesgo de una pérdida o
ganancia. Pero ¿quiénes pueden correr ese riesgo? Es muy sencillo: aquellos que
tienen qué invertir. Y en la sociedad contemporánea a la Revolución Industrial,
quienes tenían esa posibilidad eran los propietarios de las industrias textil,
siderúrgica y de transporte, que vieron su auge gracias al invento de la
máquina de vapor. Pero la inversión con conocimiento de riesgo es algo nuevo en
la época, y necesariamente ese pensamiento de Reforma dio pie a un pensamiento
más liberal, abierto a nuevas formas de producción y de manejo de utilidades.
La
producción en serie fue otro de los beneficios de la Revolución Industrial, ya
que la aparición de las máquinas reemplazó la producción artesanal y, por
consiguiente, se eliminó la mano de obra especializada. Esto condujo a una
nueva situación de los trabajadores y la aparición del proletariado, término
que utilizaron los marxistas para definir a la clase trabajadora, quienes más
trabajan y los que menos perciben. Asimismo, la nobleza y el clero perdieron
gran parte de su poder, ya que las clases sociales se diferenciaban por su
riqueza, y no por sus privilegios.
A
final de cuentas, los beneficios del capitalismo seguirán favoreciendo a
quienes tienen la posibilidad de invertir en la cadena de la transformación de
materias primas hasta su consumo final; los descubrimientos tecnológicos solo
han favorecido a unos cuantos, y quienes no tienen la posibilidad de invertir,
se han condenado a ser de esa clase de trabajadores que viven al día, en
condiciones inhumanas y con ingresos insuficientes para lo más básico.
Conclusión
En
ningún sistema económico se puede beneficiar a toda la sociedad; sin embargo,
es innegable que los beneficios de la Revolución Industrial pudieron favorecer
a varios sectores de la sociedad, pero pareciera que la avaricia siempre
imperará en los líderes, y en este caso lo hizo en los propietarios de las
grandes industrias.
Se
habla de un progreso tecnológico y mercantil, pero el aspecto humano se
descuidó. Algo rescatable de esta época y que aún existe en la actualidad, son
los beneficios de los movimientos obreros, que lograron legislaciones
importantes a favor de los trabajadores y sus familias.
Fuentes de consulta:
San
Juan, Carlos (1993). Historia de la
Ciencia y de la Técnica. Ediciones Akal. España.
Dobb,
Maurice (2005). Estudios sobre el
desarrollo del capitalismo. Siglo XXI Editores. México.
UNAD
(2010). Programa Desarrollado de Sistemas
de Producción. SEP. México.
www.uar.edu.mx / www.universidadmonterrey.com / www.universidad-mexico.com / www.escuelasmonterrey.com / www.colegioprivadomonterrey.com
/ www.cars.edu.mx
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